El campeón del mundo de parapente cumple su sueño de volar junto a los estorninos que forman el fenómeno conocido como Black Sun.
Desde los albores de la humanidad los seres humanos han estado obsesionados con la posibilidad de volar. La mitología nos dice que nuestros antepasados buscaron la inspiración fijándose en los pájaros. Horacio Llorens, la leyenda española del parapente, siempre había soñado con volar junto a una bandada de pájaros. Un sueño que ha mantenido durante 17 años, desde el primer momento en que comenzó a volar en parapente.
Ser un pájaro es un sueño.
Por eso vuelo en parapente, en esos momentos me siento como un pájaro.
Durante el invierno, miles y miles de estorninos migran desde Noruega al clima más templado de Tøndermarsken en el sur de Dinamarca, además de a otras naciones del Báltico. El Black Sun es un espectáculo en el que estas aves, al volar juntas, oscurecen el cielo. El efecto es simplemente fascinante.
Llorens empleó un parapente alimentado por energía eléctrica, lo que le permitió volar junto a los estorninos y convertirse en uno más de la bandada. “Normalmente puedes volar cerca de tres o cuatro pájaros pero el poder hacerlo junto a miles es una oportunidad única”.
«No quiero molestar a las aves, sólo quiero volar con ellas y sentirme parte de la bandada. ¿Sabes?, por un momento intento ser un pájaro más, aunque sólo sean unos pocos segundos. En el aire había una gran sensación de complicidad. Creo que una vez que se dieron cuenta de que no era un depredador los estorninos disfrutaron con el hecho de que volase con ellos.»
Llorens tenía permiso del Ministerio de Medio Ambiente de Dinamarca para volar junto a los estorninos. Frands Sorberra, uno de los mejores ornitólogos de aquel país, estuvo presente para comprobar que se habían tomado todas las medidas necesarias. El objetivo principal era el cuidado de las aves.